AMBIENTE LABORAL: DE ALICIAS EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS Y DE PLUMEROS A LA VISTA (SEGUNDA PARTE)

“El buen ambiente de trabajo, como todo lo bueno en la vida,
descansa sobre los hombros de quienes debemos
conseguirlo -todos, sin excepciones-. Deben ser los hombros
de personas confiadas y fuertes. Y lo serán, precisamente,
por su espíritu crítico y combativo, por sus nobles ideales
y por su compromiso con todo aquello que hace bueno
al ser humano y a sus obras.”

Emilio M.


Si alguien me preguntara qué es lo que la realidad nos muestra en este aspecto, respondería que SON MUY ESCASOS LOS CENTROS DE TRABAJO CON BUEN AMBIENTE LABORAL. Y si bien es cierto que hay muchos otros en los que se puede decir lo de “ni fu ni fa”, la mayoría tienen un clima laboral que no se puede considerar positivo. Es triste la CANTIDAD DE TIEMPO, ENERGÍA Y CREATIVIDAD QUE SE PIERDE en las empresas que carecen del buen ambiente necesario. Pero también es muy triste lo POCO QUE HACEMOS cada uno de nosotros por mejorarlo. ¿Tenemos lo que nos merecemos? En mayor o menor medida -según el caso-, rotundamente sí. Poco cambiarán las cosas mientras sigamos hablando (o escribiendo, como es mi caso) tanto y haciendo tan poco. Y seguirá siendo, éste, un bien que solo existirá en el país de las maravillas de una tal Alicia (y no me refiero a la Koplovich).

Hace unos días me comentaba una muy querida amistad lo mucho que había cambiado -a peor- el ambiente en su empresa, desde que dio comienzo la actual CRISIS ECONÓMICA. Estoy convencido de que gran parte de la responsabilidad de esto es del equipo directivo, por haber endurecido las condiciones de trabajo. Pero el problema va mucho más allá, pues se me comentaba que igualmente se había deteriorado gravemente el CORRECTO Y SOLIDARIO TRATO que siempre debe existir entre compañeros de trabajo. ¿Acaso siempre son los demás los responsables de todos nuestros males…? ¿Siempre…?

Nuestra santa, pero frágil, humanidad se hace patente precisamente en los MOMENTOS DIFÍCILES, cuando más se necesita de nuestra clarividencia y de nuestra fortaleza (¡Cachis… ya empezamos a tocar los apéndices nasales…!). Es en estos momentos cuando deberíamos luchar por nuestros mejores ideales y cuando deberíamos FORTALECER NUESTRO COMPROMISO SOLIDARIO. Pero ocurre lo contrario: cuando todo va bien y no tiene ningún mérito especial, somos maravillosos. Cual primates, nos erguimos sobre nuestras patas traseras, sacamos pecho y nos golpeamos orgullosamente resaltando nuestra grandeza. Pero cuando las cosas van mal y es más necesaria nuestra fe y nuestro buen hacer, somos victimas de nuestra poquedad.

El buen ambiente de trabajo, como todo lo bueno en la vida, DESCANSA SOBRE LOS HOMBROS DE QUIENES DEBEMOS CONSEGUIRLO -todos, sin excepciones-. Deben ser los hombros de PERSONAS CONFIADAS Y FUERTES. Y lo serán, precisamente, por su ESPÍRITU CRÍTICO Y COMBATIVO, por sus NOBLES IDEALES y por su COMPROMISO con todo aquello que hace bueno al ser humano y a sus obras.

¿Mucho pedir…? No tanto, ¡por favor…! Está al alcance de cualquiera. Tan solo hace falta SUPERAR nuestros miedos irracionales y dejar a un lado ese manojo de complejos con el que desgraciadamente compartimos nuestra vida -y que también somos nosotros-. ¿Quién dijo eso de “’levántate y anda…!”? Pues eso, a mover el trasero con garbo…

Y vuelvo a pedir disculpas por este puntito de ironía que he derramado al escribir sobre este -delicado- tema.

Emilio Muñoz
Soluciones reales de gestión para la empresa

© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

MyFreeCopyright.com Registered & Protected

Comentarios

Lo + visto

'MBA PERSONAL' DE JOSH KAUFMAN - UNA INCISIVA VALORACIÓN DEL LIBRO

FACTORES ACTUALMENTE CLAVE PARA LA SUPERVIVENCIA Y EL PROGRESO EMPRESARIAL

EMPRENDIMIENTO DIRECTIVO: UNA COMPETENCIA BÁSICA EN EL ARTE DE DIRIGIR

LAS CUATRO EXIGENCIAS DEL EMPRENDEDOR: IDEALISMO, CORAJE, FE Y SENTIDO PRÁCTICO

INCONFORMISMO, REBELIÓN Y RENOVACIÓN: EL CICLO VIRTUOSO DEL PROGRESO

HONOR Y GLORIA. LA OSADÍA DEL EMPRENDEDOR.