TRANSPARENCIA, CONFIANZA Y PRODUCTIVIDAD

En una sociedad en la que cada vez gastamos más recursos en crear una imagen ideal de lo que somos sin preocuparnos tanto por lo que en realidad somos, la creación de confianza se dificulta y las relaciones laborales se enrarecen. Si queremos crear equipos poderosos debemos realizar una APUESTA DECIDIDA Y CLARA POR LA TRANSPARENCIA.


“Crece con disciplina. Balancea tu intuición con rigor. Innova alrededor del núcleo.
No aceptes el statu quo. Encuentra nuevas formas de ver.
Nunca esperes la bala de plata. Ensucia tus manos.
Escucha con empatía y comunica con transparencia”

Howard Schultz (1953 - …)


UN RESUMEN…

Free image: Max Pixel
Trabajando en equipo necesitamos cruzarnos continuamente información que nos permita evaluar adecuadamente nuestra labor y juzgar hasta qué punto nos estamos coordinando adecuadamente y funcionamos de forma cohesionada. ES IMPRESCINDIBLE QUE ESTA INFORMACIÓN SEA CLARA para que cada cual pueda posicionarse adecuadamente, tomar las decisiones que considere oportunas y actuar con acierto. Si no es así erraremos en nuestra actuación.

Ocultar, maquillar o distorsionar nuestra actuación y propósitos termina por despistar y desconcertar a aquel que necesita de información sobre nuestra actuación para ordenar la suya. Al final, implica paralizar su trabajo o que tenga que corregirlo o rehacerlo completamente. Y supone un gran daño a la productividad individual, del equipo y del proceso, así como a la actividad de la empresa en su conjunto.

La falta de transparencia tiene un efecto desintegrador del cuerpo empresarial que afecta gravemente a su FUNCIONAMIENTO y CAPACIDAD DE GENERAR VALOR y, por tanto, riqueza. La transparencia es otro de esos bienes que desde el ámbito de la ética repercuten directamente en la buena marcha del negocio. Se trata de un BIEN QUE SE DEBE PERSEGUIR Y CONSEGUIR de forma prioritaria en la empresa.


…Y UNAS REFLEXIONES.

Cuenta Yukoi Kenji que durante un tiempo estuvo viviendo en un barrio peligroso de Colombia. Allí conoció a un vecino “transparente como el viento, polémicamente transparente”. Al preguntarle a qué se dedicaba le contestó con total franqueza que era ladrón, pero que no se preocupara porque “trabajaba” fuera: “el barrio lo cuidamos”, escuchó. Yukoi confiesa que se sintió “extrañamente protegido”. Igualmente reconoce que personas socialmente muy bien posicionadas, de las que solo había recibido buenas palabras, le robaron.

En este contexto social, en el que damos tanta importancia a nuestro PRESTIGIO y POSICIÓN, dedicamos mucho tiempo a cultivar distinciones que son socialmente valoradas. Tanto es así que, cuando no podemos conseguirlas en base a nuestros propios méritos, podemos recurrir, incluso, a maquillar quien somos y quienes son los demás. Es algo así como una continua CAMPAÑA DE MARKETING PERSONAL: engrandecer los éxitos propios (o, alternativamente, empequeñecer los ajenos), investirse de admirables principios y hábitos, rodearse de bienes que denoten solvencia o cuidar la imagen personal. Más allá, negar los propios errores, tratar (y manipular) la información que transmitimos o, sencillamente, bloquear el flujo de información. Cuando actuamos así somos creadores de REALIDADES APARENTES.

Quienes dependen de nosotros para realizar su trabajo esperan recibir información suficiente y fidedigna para poder alcanzar un buen desempeño. Por eso, cuanto más distorsionamos la realidad, menos oportunidades damos a los demás para realizar un buen papel, más frustración y desconfianza generamos, y peor es la PRODUCTIVIDAD dentro del proceso o la cadena de valor en el que nos encuadramos. El valor creado y entregado se resiente, de la misma forma que se ve deteriora gravemente la CONFIANZA de quien recibe nuestra información y servicio. Este menoscabo de la confianza tiene, como es lógico, efectos secundarios nocivos: se invierte un tiempo adicional en descubrir la realidad oculta, en chequear y exigir correcciones y en buscar alternativas, internas o externas, para solucionar el problema de fondo.

La confianza es fundamental para un buen DESEMPEÑO EN EQUIPO. La transparencia es esencial para crear un adecuado CLIMA DE CONFIANZA y productividad. No deberíamos olvidarlo.

Emilio Muñoz
Soluciones reales de gestión para la empresa

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