LA IMPRESCINDIBLE RENOVACIÓN EN LAS RELACIONES JEFE – EMPLEADO


Las RELACIONES JEFE - EMPLEADO están seriamente tocadas según el estudio que menciono más abajo. Hasta ahora nos hemos dedicado a implementar soluciones que han suavizado el problema pero que NO LO HAN RESUELTO. Ni se resolverá mientras no se vaya a la RAÍZ DEL PROBLEMA, lo que no se ha querido hacer por desconocimiento o debido a los fuertes intereses creados en torno a la fórmula organizativa imperante en la actualidad. ¿Nos atrevemos a hacer un ANÁLISIS SERIO?


“Nada tan estúpido como vencer:
el verdadero triunfo está en convencer”

Victor Hugo (1802 - 1885)

UN RESUMEN...
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Que las relaciones jefe – empleado son uno de los FACTORES DE DESESTABILIZACIÓN en el funcionamiento interno de la empresa no es ningún secreto. Que desde hace tiempo se intentan dar soluciones “creativas” a este inconveniente, tampoco. Sin embargo, estas soluciones no pasan de ser meros REMEDIOS bienintencionados que funcionan durante un tiempo para terminar mostrando su verdadera naturaleza: trucos que acaban por DESENGAÑAR a los empleados que habían depositado sus esperanzas en ellos. Me refiero a propuestas tan, por otro lado, loables como la gamificación, el "empoderamiento" o el coaching. NINGUNA SOLUCIÓN PUEDE FUNCIONAR SI NO ATACA LA RAÍZ DEL PROBLEMA.

La raíz del problema reside en la RELACIÓN IMPERATIVA que se establece entre jefe y empleado, ya sea porque es así otorgada al jefe o porque es el cariz que le da éste de "motu propio". Esta relación jerárquica establece un poder a favor del jefe que INVALIDA DE DOS FORMAS, AL MENOS, la CAPACIDAD DEL EMPLEADO PARA DESPLEGAR SU PROTAGONISMO.

  • Al jefe siempre se le otorga la última palabra y puede imponerla sin que le quede otra solución al empleado más que acatarla "militarmente". Bajo este planteamiento se cometen muchas ARBITRARIEDADES.
  • Al jefe se le permite un PODER DISCRECIONAL PARA ORDENAR EL TRABAJO DEL EMPLEADO, no solo estableciendo sus objetivos, limitaciones y otras condiciones, sino también estableciendo cómo se debe realizar el trabajo, en una clara injerencia que no debería ser admisible. No se puede tratar a las personas como si fueran robots programables.

Al leer planteamientos como este lo primero que se piensa es la eliminación de referencias y en el caos. Sin embargo, la alternativa a una estructura organizativa basada en la jerarquía no es la ausencia de referencias, la eliminación de la autoridad y la anarquía. Hay otras fórmulas que establecen responsabilidades, obligaciones, exigencias y controles que ORDENAN DE UNA MANERA MÁS NATURAL Y SANA LAS RELACIONES ENTRE LOS PROFESIONALES que trabajan en una empresa. AQUÍ ESTÁ LA SOLUCIÓN a los problemas mencionados.

...Y UNAS REFLEXIONES.
Me hago eco de la noticia publicada el pasado 05/09/2017 en el OBSERVATORIO DE LOS RECURSOS HUMANOS (ORH) con el título "3 de cada 4 empleados se van de sus puestos por causas que tienen que ver con su jefe". Recoge el estudio realizado al respecto por las firmas "Future For Work Institute" e "iOpener Institute for People and Performance". Muy interesante.

Lo primero que hay que decir es que NO HAY QUE CAER EN LA TRAMPA DE BUSCAR BUENOS Y MALOS. Cuando se lee este tipo de noticias, a menudo se cae en el error de identificar a “los buenos” y a “los malos” (empleado bueno y jefe malo, habitualmente), lo cual es una burda simplificación. La realidad entra poco en el dilema de las buenas o malas intenciones y se ciñe más a una mera CUESTIÓN DE INTERESES, que siempre es de respetar. Cuando estos intereses no se COMPATIBILIZAN equilibrada y razonablemente terminan generando discrepancias, insatisfacciones, enfrentamientos y rupturas. Y todo ello sin despreciar el factor emocional, que también tiene tanto peso en determinados casos.

Que cada cual tenga sus intereses es perfectamente SANO Y LEGÍTIMO, y hay que aceptar con naturalidad que puede haber intereses contrapuestos. Sin embargo, hay entornos que dificultan su compatibilización de la misma manera que hay otros que, al menos, lo facilitan. Veamos…

La estructura organizativa jerárquica que conocemos, basada en unas relaciones de poder que admiten una HEGEMONÍA, más allá de lo razonable, de unos profesionales sobre otros es muy difícil que los OBLIGUE A UTILIZAR CAUCES DE ENTENDIMIENTO para compatibilizar sus intereses y así evitar el conflicto entre las partes cuando muestran serias discrepancias. Como he dicho en otras ocasiones, en un mundo con profesionales cada vez más preparado a todos los niveles, las relaciones interpersonales que toleran la imposición no tienen futuro, por mucho que se intente suavizar esta situación apelando al buen sentido de los jefes. Esto solo funciona a veces.

La alternativa no es otra más que el recurso a la RESPONSABILIDAD y la CONFIANZA individual, al RESPETO DE LA FUNCIÓN de cada cual y al PROTAGONISMO que debe tener sobre la misma. Deben ser EXIGENCIAS IRRENUNCIABLES DE FUNCIONAMIENTO. Ello en un entorno donde el protagonismo se centre más en el equipo que en el individuo, con instituciones que promuevan el debate y la aportación individual a la mejora continua de los procesos empresariales, pero que premie el desempeño equilibrado a nivel de equipo y empresa. Poniendo, además, personas relevantes (expertos reconocidos), no para arrogarse la prerrogativa de tomar decisiones en nombre de otros sino para actuar en labores de asesoramiento, debatiendo y convenciendo: fortaleciendo el CRITERIO y la CAPACIDAD DE DECISIÓN de cada profesional en su área de actuación.

Con estas reglas de juego LOS RESULTADOS SON PARADÓJICOS: por una parte se fortalece la labor de EQUIPO y la cohesión de todos ellos en el marco empresarial, a la vez que los INDIVIDUOS tienen una mayor facilidad para asumir responsabilidad, adquirir un mayor protagonismos, utilizar sus mejores habilidades, conseguir unos resultados más relevantes y sentirse mucho más satisfechos con las oportunidades que tienen a su disposición y, en general, con el ejercicio de su profesión o vocación.

Este es el objetivo último de esta apuesta por renovar nuestras estructuras organizativas consiguiendo una mayor SATISFACCIÓN de todos los profesionales junto a una mayor PRODUCTIVIDAD y COMPETITIVIDAD.

Emilio Muñoz
Soluciones reales de gestión para la empresa

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