ORGANIZACIONES SANAS = ORGANIZACIONES LIVIANAS

Hablamos de SENCILLEZ o SIMPLICIDAD para referirnos a uno de los rasgos constitutivos que consideramos adecuados para cualquier organización. Sin embargo, ninguna de los dos términos acaba de definir adecuadamente lo que se quiere expresar y PUEDE DAR LUGAR A ENFOCAR INADECUADAMENTE LA ACCIÓN. De ahí mi denominación de “organizaciones livianas”, en su acepción de LIGEREZA y, por extensión, AGILIDAD.


“El mundo está cambiando velozmente.
Ya no será el grande quien golpee al pequeño,
será el rápido quien golpeará al lento’

Rupert Murdoch (1931 - …)


UN RESUMEN…

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LIVIANO hace referencia a algo que es ligero. En el contexto empresarial, hará referencia a una organización LIGERA y ÁGIL; tanto como sea posible sin perjudicar su MISIÓN y supervivencia. Hasta ahí podría asemejarse a los términos habituales de SENCILLEZ o SIMPLICIDAD, pero va más allá.

Una organización se puede considerar liviana o ligera cuando se ha desprendido de todo aquello que no es útil a su fin, disponiendo de todos los órganos y funciones necesarias para alcanzarlo. No es un asunto de tamaño (grande o pequeño), ni de complejidad (complejo o sencillo). Es cuestión MANTENERSE EN LA JUSTA MEDIDA, sin que nada falte y sin que nada sobre.

Si queremos velar por la salud de nuestras organizaciones debemos preocuparnos en mantenerlas libres de todo aquello que no sea útil para su supervivencia: el equipaje justo para desenvolverse con FORTALEZA, PRECISIÓN Y AGILIDAD.


…Y UNAS REFLEXIONES.

En la naturaleza, todo lo que no es útil a un organismo se atrofia. Por el contrario, en la naturaleza humana, en su vertiente organizativa, LAS ESTRUCTURAS TIENDEN A HIPERTROFIARSE. A lo largo de la historia de la humanidad se han sucedido civilizaciones que alcanzaron dimensiones sorprendentes. Todas ellas acabaron por volverse acomodaticias y terminaron por RESPONDER A LA INEFICACIA SOBREDIMENSIONÁNDOSE, cargarse de elementos y organismos que lejos de ser un motivo de fortaleza se convertían en un PESO PESADO Y DEBILITANTE.

Todos calificamos de BUROCRACIAS a aquellos organismos públicos o privados que se caracterizan, más que por su gran volumen de personal, por su ineficacia, lentitud y gravoso coste. No hay mejor ejemplo de HIPERTROFIA en nuestro mundo, constituyéndose en un gravísimo problema por la excesiva cantidad de recursos que detrae del conjunto de la sociedad. De hecho, llega a ser uno de sus grandes síntomas de CRISIS, DEBILIDAD Y DECADENCIA.

Una organización liviana se caracteriza por tener un DISEÑO DE SUS PROCESOS Y ESTRUCTURAS LIBRE DE PASOS O ELEMENTOS INNECESARIOS, considerándose tales los que no aportan valor a la empresa en la consecución de sus fines o en el cuidado de sus clientes, pero disponiendo siempre de todo lo necesario para conseguir estos propósitos.

¿QUÉ HIPERTROFIA A CUALQUIER ORGANIZACIÓN? De raíz, una actitud acomodaticia y poco diligente. El problema no es la complejidad de la realidad sino la falta de un liderazgo sano. Bajo este paraguas cabe de todo: errores y mediocridad (coste de la no calidad), burocracia y centralización del poder de decisión y control, funciones de control que controlan pero no subsanan ni evitan la ineficiencia, sobrecarga de especialistas que asumen roles propios del personal de base, cadenas de procesos inadecuadamente interconectados, procesos artificialmente complicados, inventarios excesivos, lentitud en las entregas, etc…

Por el contrario, ¿QUÉ CARACTERIZA A UNA ORGANIZACIÓN LIVIANA? En primer lugar, mentes con una visión clara de la realidad y con una sana voluntad de compartir las responsabilidades, las decisiones, los logros y los beneficios. Añadir cuestiones tales como una clara disposición a conseguir resultados, un protagonismo compartido por todos, una innata motivación por mejorar todo lo mejorable, unos procesos claros y bien conectados, una orientación al cliente incuestionable, una agilidad inigualable para posicionarse y tomar decisiones, etc…

Las organizaciones livianas NO NACEN, SE HACEN. No son el resultado de una decisión aislada o del esfuerzo de un día. Son el resultado de un TRABAJO Y ENTRENAMIENTO CONSTANTES, al igual que hacen los atletas para mantenerse en un punto óptimo de forma.

Emilio Muñoz
Soluciones reales de gestión para la empresa

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