PASIÓN Y VOCACIÓN: LA IMPORTANCIA DE SABER POTENCIARLO Y CUIDARLO

En numerosas ocasiones he leído y escuchado que la clave para dar lo máximo de uno mismo es sentir PASIÓN POR LO QUE SE HACE, lo cual es cierto y puedo dar fe de ello. Pero no suficiente: se requiere algo más.

“Para hacer las cosas, debes amar hacerlo,

no las consecuencias secundarias.”

Ayn Rand (1905 – 1982)

“Tu yo verdadero necesita cumplir la vocación para la que fue creado.

Tu propósito es tu pasión.”

Bernardo Stamateas (1965 - …)

UN RESUMEN…

La aportación a una actividad profesional depende de cómo se configuran dos contextos, y exige que en ambos se den unas condiciones adecuadas para que se produzca la magia de un DESEMPEÑO ESPECIALMENTE RELEVANTE:

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• El primer contexto es el personal y se refiere a la INCLINACIÓN que sentimos por contribuir de una forma relevante en el ejercicio y desarrollo de una disciplina o actividad profesional concreta. Hablamos de la VOCACIÓN.
• El segundo contexto hace referencia al ENTORNO que rodea al profesional, facilitando o dificultando la posibilidad de desplegar esa vocación. Concretamente, se trata de la facilidad que encuentra para HACER ACOPIO DE TODO AQUELLO QUE NECESITA para establecerse como profesional por cuenta propia o, alternativamente, de todo aquello que precisa para desarrollar su vocación, en este caso como profesional por cuenta ajena dentro de una organización empresarial. Sea como fuere, se necesita algo obvio: TRANSMITIR CONFIANZA, ya sea a unos clientes o ya sea a unos empresarios o directivos. Confianza en que recibirán un producto o un servicio plenamente satisfactorio por lo que se han comprometido a dar y pagar a cambio.

…Y UNAS REFLEXIONES.

Lo más básico es que el profesional sienta una INCLINACIÓN ESPONTÁNEA Y NATURAL POR AQUELLO QUE CONSTITUYE SU PROFESIÓN. En estos casos, más que de profesión, estamos hablando de VOCACIÓN: interesa y se vive de una forma emocionalmente intensa y positiva el hecho de poder hacer lo que se hace.

Pero no solo hace falta sentir la profesión como una vocación. Debe haber la POSIBILIDAD DE DESPLEGARLA EN UN ENTORNO ADECUADO. No se trata únicamente de trabajar en lo que uno desea, también se precisa disponer del ESPACIO adecuado para poder ejercer esa vocación y los MEDIOS necesarios para actuar, ya se trate de un profesional emprendedor o de un profesional contratado. SON MUCHOS LOS BUENOS PROFESIONALES QUE NO PUEDEN DAR TODO SU POTENCIAL en su área VOCACIONAL, que no disponen o no se les deja espacio para desarrollar su actividad, que sufren constantes limitaciones de recursos o interferencias por parte de sus jefes.

Al final, el profesional está llamado a desenvolverse en un ENTORNO DINÁMICO en el cual tiene (o debería tener) la OPORTUNIDAD DE CRECER PROFESIONALMENTE: aprendiendo, creando, experimentando y / o poniendo en práctica sus avances. Este carácter dinámico es imprescindible, como lo es la POSIBILIDAD DE NUTRIRSE DE LOS NUEVOS AVANCES que se vayan realizando y la exigencia de DEFINIR SUS PROPIOS RETOS Y ALCANZARLOS. Más que la satisfacción material, quien verdaderamente tiene una vocación necesita sentir que tiene un futuro apasionante por delante y una posibilidad real de conquistarlo en base a sus propios méritos. El profesional vocacional no necesita que se le señalen retos puesto que su motivación natural le va otorgando la visión de su futuro soñado. El profesional vocacional no solo necesita alcanzar sus retos: requiere verse proyectado en sus propias obras.

Emilio Muñoz
Soluciones reales de gestión para la empresa

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